15 avril – 15 mai 2016
En partenariat avec La Fototeca, Guatemala.
Kevin Frank Pellecer- jeune artiste photographe guatémaltèque – oriente tout son travail sur sa ville – Guatemala City – en capturant des scènes de crimes, des corps fatigués tentant de survivre aux innombrables tragédies urbaines. Aujourd’hui il porte son regard sur Marseille, à la recherche de réminiscences, de contradictions ou de résonances.
Diplômé de l’école de photographie La Fototeca, Kevin Frank a exposé son travail à Fototropía – Guatemala, Musée d’art Contemporain du Costa Rica, Festival International de Photographie Guatephoto 2015.
Entre deriva y errancia
Para los situacionistas, la deriva1 se define como una técnica de pasaje apresurado a través de ambientes variados. Concepto ligado al reconocimiento de efectos de naturaleza psicogeográfica y a la afirmación de un comportamiento lúdico-constructivo, oponiéndose a las nociones clásicas de viaje y de paseo.
Con relación a la residencia de Kevin Frank Pellecer en Dos Mares, menciono brevemente la deriva debido a que él renuncia temporalmente a la manera habitual de desplazarnos, para dejarse ir en la ciudad de manera intuitiva y trazar los recorridos efectuados en compañía de su cámara fotográfica.
Como lo abordó Benjamin2, el nuevo fotógrafo es un caminante urbano, próximo al flâneur, ambos comparten puntos en común, un compromiso del cuerpo y del movimiento para descifrar el mundo. El flâneur es cercano a las profesiones basadas en la colección de información y la espera, oficios que exponen ese tiempo de ocio como tiempo de producción.
La errancia implica un modo de navegación mental en estado de consciencia, inicia del momento que olvidamos el tiempo y perdemos todas nuestras referencias. A través de errar en la ciudad, la comprendemos, nos percatamos de su coherencia y de su significación.
Marsella era una ciudad ajena en geografía y en lengua para el residente; sin advertirlo, a través de las imágenes realizadas en ese periodo, construía un mapa de trayectos habituales a pesar de la aleatoriedad y el azar de cada uno de sus desplazamientos.
Tanto en Ciudad de Guatemala como en Marsella, la deambulación pedestre forma parte de su cotidiano, él explora la ciudad rápidamente, pero después en la calma, debe asimilar y tomar plena consciencia que esos recorridos están marcados de signos que se deben saber leer y descodificar.
La deriva se presenta como una construcción, un montaje de ambientes singulares debidos a la diversidad existente en las ciudades, lo cual puedo conectar a obras de algunos referentes3 del residente, tales como los compositores Iannis Xenakis, William Bansinski, Joaquín Orellana o los realizadores Harmony Korine y Stan Brakhage.
Durante el periodo en Dos Mares, el objetivo fue conjeturar la coherencia entre el discurso y el posicionamiento del residente frente a su trabajo plástico, contribuirle con referencias que permitieran a futuro renovar las condiciones de lectura e interpretación de sus imágenes y simultáneamente brindar un posible nuevo marco de acción sobre su trabajo.
1. Guy Debord. Théorie de la dérive. Les Lèvres nues n° 9, décembre 1956 et Internationale Situationniste n° 2, décembre 1958.
2. W. Benjamin, Paris, capitale du xixe siècle. Le livre des passages, trad. de l’allemand par J. Lacoste, éd. par R. Tiedemann, Paris, Cerf, 1997, p. 439. Voir encore, p. 459 : « [le promeneur] se réfugie à l’ombre des villes : il devient flâneur. »
3. Libreta de residencia de Kevin Pellecer durante su residencia en Dos Mares. Disponible en http://2mares-kevinfrankk.tumblr.com/
Ronald Reyes Sevilla
Directeur de Dos Mares